martes, 20 de mayo de 2014

RESSUR Y DAZA DORADOS SON NOTICIA EN DIARIO DE JEREZ


El pasado domingo RESSUR RESTAURACIONES y DAZA DORADOS fuimos noticia en el Diario de jerez, con motivo de la presentación de las nuevas actividades de dorado que comenzamos.




Diario de Jerez




Profesión labrada en oro


Ressur y Daza Dorados buscan la recuperación de un oficio perdido en el tiempo a través de una campaña
A.C. jerez | Actualizado 18.05.2014 - 01:00



Hay artes que se pierden en el tiempo, oficios que con el paso de los años pasan a otra vida. La empresa 'Ressur Restauraciones' y 'D. Daza Dorados' tienen entre manos una labor de oro, literalmente: recuperar el oficio de dorador, escaso en la ciudad. "De hace un tiempo hasta ahora hemos visto que en Jerez no hay prácticamente nadie que esté haciendo dorados nuevos, como doradores. Es algo que está prácticamente perdido. Y por ello hemos lanzado una campaña sobre el arte de dorar con el objetivo de que salgan nuevos trabajos, sobre todo, de piezas nuevas más que de restauración. Nosotros llevamos restaurando más de 30 años, pero queremos abrir una nueva línea de dorados de piezas nuevas, además de conservar el antiguo. Y que la gente no tenga que irse fuera a encargarlo. No queremos que se pierda el oficio", apunta Francisco García Brenes, de Ressur.


Es sabida la tradición del apellido Daza en el mundo del dorado. Es sinónimo de solvencia y buen hacer de generaciones en este oficio. Si se uno a ello la experiencia de Ressur, dedicada desde hace años a la conservación y restauración de retablos, esculturas y pasos procesionales dorados, el binomio resultante es la formación de un equipo de técnicos y profesionales, que aportan ciencia y arte a un oficio centenario, que por desgracia está casi extinguido. "El dorado hoy en día sigue siendo un ornamento imprescindible en el culto religioso y la decoración artística", comenta Brenes.


El bello y milenario arte de dorar es uno de los más interesantes, artísticos y difundidos oficios manuales de artesanía que existen desde la Antigüedad y que ha perdurado hasta nuestros días. El oro, como ningún otro metal, tiene una historia fascinante y ocupa un lugar especial en el mundo. Muchas de sus características únicas le han asegurado un papel central en la historia y el desarrollo humano. Los objetos de arte y los ornamentos de oro han sido descubiertos en las tumbas reales sumerias y en las pirámides de reyes egipcios, considerado como un símbolo de la divinidad. El oro embellece la tosca madera dándole esplendor y vida. Este noble metal se presenta en láminas impalpables agrupadas en librillos de 25 hojas separadas por papel de seda. El oro utilizado para el oficio de dorar es de 24 quilates y se conoce como oro fino. En esta iniciativa jerezana se importa el oro directamente de Italia, concretamente, de Florencia, donde la tradición artesanal de sus batihojas es de renombrado prestigio internacional.

Desde un punto de vista técnico, poco han cambiado los procedimientos empleados para dorar la madera. La paciencia es una virtud necesaria para dominar un arte tan delicado como ancestral. El taller ha de ser un recinto pulcro, lejos quedan los talleres llenos de virutas o polvo. En Ressur y Daza el material dorado se trata con un especial mimo y cuidado. De hecho, una de las piezas en las que están trabajando ahora es una virgen del siglo XVI de Arcos, que será la estrella del Museo Diocesano de la localidad. "Y es que aquí conservamos y creamos patrimonio. Son dos conceptos diferentes, ambas tienen sus satisfacciones. Se dan la mano pero están desligadas". El conjunto de útiles de trabajo que intervienen en el arte de dorar son propios. Su historia discurre paralelamente con la artesanía del trabajo, conservando nombres evocadores y antiguos como pomazón, pelonesa, pitúa, bruñidor, perrillo, etc. "Desde las primeras fases de estucado de las piezas, hasta su bruñido con las piedras preciosas de ágata, trabajamos con esmero técnico y dedicación, tal como aprendimos de los maestros doradores que nos precedieron", apunta Brenes. El resultado son trabajos acabados de gran calidad artística, que embellecen la Semana Santa, las imágenes y retablos... Daniel Daza, licenciado en Bellas Artes y perteneciente a una cuarta generación de doradores, habla del decálogo de recomendaciones para conservar y mantener el dorado elaborado por parte de Ressur y Daza. De esta forma recuerda que el envejecimiento de los objetos dorados está ocasionado por factores naturales, como el deterioro de los materiales o provocado por manipulaciones inadecuadas, que pueden llevar a la total ruina o pérdida de la pieza. "El correcto almacenaje de las piezas doradas - subraya- es un pilar fundamental y de vital importancia para su conservación. El ambiente del almacén debe tener unas condiciones climáticas estables, es decir, no ha de tener cambios de temperatura y humedad bruscos. Es recomendable que el almacenaje sea expositivo, de esta forma el espacio permanecerá libre de polvo y bien ventilado". Es fundamental además contar con personas que tengan unos conocimientos mínimos en las mayordomías de nuestras Hermandades y templos. Unas cuantas normas esenciales de prudencia y sentido común pueden ayudar a la conservación de las piezas doradas. En Ressur y Daza "consideramos que además de curar las obras de arte debemos hacer una labor preventiva que evite el deterioro y ahorre costes económicos para sus propietarios".


Una labor recuperada de las cenizas de antaño que, como el Ave Fénix, no sólo ha resurgido del polvo sino que además brilla con destellos de oro.


jueves, 15 de mayo de 2014

LA HERMANDAD DE LA CENA MANTIENE SU CASTILLO





La Hermandad de la Sagrada Cena de Jerez, encarga  la conservación y mantenimiento del paso que tallara Castillo Lastrucci. Transcurridos cuatro años desde su completa restauración, la Junta de Gobierno y a la cabeza su Hermano Mayor D. Daniel Romero, continúan con el compromiso adquirido de conservar y mantener tan preciada pieza de su patrimonio, para que pueda seguir siendo contemplado en todo su esplendor por los jerezanos.
Los trabajos que vienen realizando nuestros técnicos consisten en el repaso de los roces y desgastes del dorado, que le son propio a una pieza sometida al ajetreo de las salidas procesionales. Así mismo se llevan a cabo labores de retirada de las gotas de cera, que se encuentran depositadas directamente sobre el oro. Todo ello está encaminado a la puesta a punto del paso antes de proceder a su almacenaje, de cara al próximo año.